Seguidores

domingo, 15 de agosto de 2010

Partes del hogar.

¿Dónde estoy?, todo está negro, noto que alguien me habla, me canta para que duerma. No le veo. Mi mamá dice que se llama Jorge y que le conoceré muy pronto. Tiene tres años y está impaciente por saber cómo soy.

La hora de salir de allí se aproxima, estoy impaciente. Quiero ver a mi mamá, a mi papá y a todas esas personas que les rodean.

Mi prisa por dejar ese sitio oscuro es demasiado inmensa, por ello, comienzo a dar unas cuantas pataditas. Le estoy haciendo daño a mi mamá, quiero abandonar ese lugar cuanto antes.

Siento que tengo espacio para salir, veo algo de luz y consigo acertar, ese es mi camino para conocer a mi mamá.
Mientras, mi mamá empuja para que yo descienda. Ya me descubren y finalmente salgo de ese espacio, para pasar a otro totalmente distinto: El mundo.

Ya estamos en casa, o eso dicen mamá y papá. Mucha gente me esperaba impaciente en mi nuevo hogar.
Me voy acostumbrando a moverme. Pero, ¿y Jorge?
La respuesta es inmediata, ya que allí estaba, un niño de tres años, con un tacatá, una sonrisa picarona, correteando por casa, tirándole a mamá las cacerolas de los cajones, cayéndose por cada lugar de la casa, es decir, sacando a mamá de sus casillas.
Mi mamá me había hablado mucho de él. Yo había escuchado su voz. Mamá le contaba que yo sería su nueva hermana.

¿Hermano?, ¿qué será eso? Me preguntaba yo a mí misma.

La solución a esa cuestión, no la supe al momento, porque el tiempo te va resolviendo cada una de las dudas.

Jorge y yo, solo sabíamos odiarnos y pelearnos.
Él me pegaba, y yo lloraba. Papá y mamá le reñían siempre a él, ya que mi táctica nunca fallaba: echar un llanto, a la misma vez que decía ‘’Mamá, Jorge me ha pegado’’.
De esa manera, entre los dos iba creciendo el odio. A la mínima, hablábamos con papá o con mamá, comunicando lo que había echo el uno o el otro.
‘’Mamá, Jorge no me deja’’, ‘’Papá, es su culpa’’, ‘’Mamá, ha empezado ella’’…
Cada uno corría con alguna excusa de castigo.

Peleas, peleas y más peleas. Llantos y más llantos. Días y días aguantando a Jorge.

Tras cada una de esas cosas, fui creciendo y comprendiendo lo que significaba esa palabra: Hermano.

Él deja de ser tan pequeño. Va creciendo y su hermana pasa a ser un incordio para él. ‘’Jorge, lleva a tu hermana al colegio contigo’’, ‘’Jorge, no os peleéis’’, ‘’Jorge, coge a tu hermana de la mano’’, a lo que él hacía caso omiso. Jorge me tomaba la mano y cuando mamá entraba a casa, me soltaba y me decía ‘’no le digas a mamá que no te he dado la mano’’, a lo que yo, a veces obedecía.

Jorge y yo, comenzamos a pasar el uno del otro.
Él, pasó al ‘’colegio de mayores’’, mientras que yo aún no había terminado en el ‘’colegio de pequeños’’.

Jorge llegaba a casa más tarde. Comenzó a poner ilusión en los estudios.
Llegaba muy cansado. Ahora, necesitaba a su hermana.
Comenzó a acostumbrarse a que yo le terminara los trabajos de plástica. Le hacía de vez en cuando los deberes, porque no le daba tiempo a todo.
En ese tiempo, Jorge empezó a cambiar. Ya no me necesitaba. Ahora salía mucho más.
Los dos teníamos vidas a partes, aunque unidas.
Jorge comenzó a hacer de las suyas, y yo le ayudaba. Me convertí en su mamá, cuando papá y mamá se iban de viaje.

Teníamos muchas peleas, ya que Jorge es mayor y no me entiende.

Yo voy creciendo. Ahora, me gusta salir. Para él, sigo siendo la pequeña de la casa, su hermanita pequeña a la que nadie puede tocar.

Ahora Jorge, se convierte en un ser protector. Nadie me puede poner una mano encima.

Jorge se hace más mayor también. Pronto irá a la universidad.
Ya no nos peleamos. Me he convertido en su hombro, en ese hombro sobre el que se apoya cuando no puede más, ese hombro al que pide opinión acerca de todo.
Soy su asesora de imagen, no sabe salir de casa, sin preguntar previamente si va bien.
Soy esa persona, que con mirarle a los ojos, conoce lo que está pensando, o lo que le preocupa.
Soy esa persona, que le echa agua fría si tiene un examen a otro día y está durmiendo.
Soy esa persona, que se pone a estudiar con él, para que no se duerma.
Soy esa persona, que sabe todos sus puntos débiles.

Pero, ¿Sabéis quién soy realmente? Su hermana.

Porque a lo largo de mi vida, la solución a aquella pregunta que se formuló en mi cabeza, tras dejar aquel lugar oscuro, el vientre de mi mamá, conseguí comprender todo.

¿Qué es un hermano? ¿Qué significa eso?

Aún no lo sé del todo seguro. Pero cada persona crece y va solucionando cada una de las dudas que tenía.

Al principio, no quería que ese ser llamado Jorge, estuviese en mi casa, quitándome parte del cariño de mis papás, porque su amor es compartido entre nosotros dos.
Me resultaba pesado y odioso.

Nos pegábamos, sí, pero, ¿sabéis?, Jorge me podría hacer daño jugando, pero tenía miedo por cada cosa que le pudiese pasar a su hermana pequeña. Si me hacía daño, él corría a mamá expresándole su preocupación tras saber que me podría pasar algo.

Cuando yo lloraba por algo, él odiaba lo que me hacía sufrir.
Cuando se enfadaba conmigo, le duraba poco, porque sabía que somos un apoyo mutuo, sin el cual no podemos seguir.
Cuando me vio crecer, otra preocupación se cultivó dentro de él: Pensar que su hermana estaba haciéndose mayor.

Él, es mi hermano.

Mi hermano, pelea, discute, ríe, llora, salta, baila, habla, grita, canta, pero todo conmigo.
Mi hermano es único, porque cada pelea con él es única, y siempre acaba con un buen final.
Mi hermano es distinto a todos los demás, porque yo le veo diferente.
Mi hermano es el único que me puede tocar.

¿Sabéis? Como ya os he dicho, a lo largo de mi vida, la palabra ‘hermano’, fue cogiendo significado. La definición de hermano, la fue creando mi cabeza por dentro.
Ahora, ya sé.

¿Qué es un hermano? Un diccionario no puede englobar la definición exacta de esa palabra. La tiene cada uno, nada más al observar a ese ser que tiene a su lado en casa. Ese ser tan odioso y a la vez tan querido, porque nadie es capaz de vivir sin él una vez que lo tiene.

Hermano, ¿Qué será eso? Jorge.












Ana Díaz
Viernes, 13 de agosto de 2010

1 comentario :

  1. ese hemano llamado jorde, cuidalo mucho, te necesitará muchas veces en la vida y tú estarás hay para ayudale, por muchas cosas que os pasen en la vida, siempre será tu hermano. quereos mucho los dos, un beso.

    ResponderEliminar