Seguidores

viernes, 31 de diciembre de 2010

Ese llamado treinta y uno de Diciembre.


Hoy es ese día en el que el cuerpo se llena de sensaciones extrañas, se nos forma una bola en la que entra todo aquello que hemos pasado y se nos posa delante de nuestros ojos, dejándonos ver a un modo lento, cada día de este año.
Tan solo queremos apagar esa especie de película, porque lo pasado llega a causar dolor o en el mejor de los casos alegría.
No resulta fácil, pero lo mejor es tomar las doce uvas y pensar en un dos mil once lleno de cosas nuevas. Cargarnos con esa magia de las campanadas para con esa fuerza aguantar y romper cada muro que se interponga.

Bienvenidos al dos mil once.

Viernes, 31 de Diciembre de 2010.
Ana Diaz.
.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Barreras comunes.


+ Tengo que escribir algo.
- No, déjalo para después.
+ Tiene que ser ahora.
- Bah, si no tienes ganas.

Continuamente es un pulso entre mi mente y mi cuerpo. Quiero hacerlo, pero no tengo ganas.
Día tras día lo intento, pero siempre hay algo que me para, hace que me tambalee, me derribe y finalmente, destruye mis ganas por realizar aquello que debo. Me satisfago con quedarme quieta, parada y sentada en un lugar, pensando mil y una veces, qué hago ahí, contemplando la nada, perdiendo el tiempo.

Analizo desde ese césped verde que me acompaña en lo más profundo de ese parque solo, con el viento soplar a toda vela, como un barco a la deriva, aquel pájaro pasar volando, esas hormigas que trasportan su comida a ese diminuto agujero en el cual debe de haber un ejército más de bichitos como ellas. Dos perros corriendo por cualquier rincón, siempre con su ladrido para mostrar su alegría al pasear. Esos dos enamorados, cogidos de la mano y satisfechos al saber que su amor no será destruido. La niña al fondo, que llora porque se le ha caído el caramelo, y en segundos, ha sido conquistado por seres diminutos, llamados insectos, que ya gozan de su azucarado sabor. Dos hermanas pelean, como si de un combate se tratase, por ganar a su padre en la rayuela.
A lo lejos, un grupo de ancianas a las que una dentadura postiza en forma de sonrisa, les adorna la cara, pasan el tiempo jugando a las cartas o mareando…

Cada uno con su situación. En mi caso, soy yo y la pereza.

+ ¿Ahora puedes responderme a esto?, ¿qué hago aquí si tengo que hacer deberes?
- Quédate.
+ Mejor no respondas. No te haré caso, soy más fuerte que tú.

Ana Díaz
Sábado, 11 de Diciembre de 2010.

lunes, 4 de octubre de 2010

Una parte de mi vida.

¡Situémonos! 1982, ¿qué fecha será esa? Según mi cronología, en ese año nació alguien que en un futuro conocería, mi primo Antonio Francisco.

Él estuvo cuatro años correteando solo por casa, hasta que en 1986, apareció otro ser, quien posteriormente también conocería.

Exactamente pasaron nueve años, y era hora de su comunión.

En el vientre de mi mamá me encantaba, pues ya era mi hora, el año 1995.

Mi fecha ya estaba prevista, en Junio nacería, pero algo me decía que tenía que salir al mundo, pues escuchaba a mi mamá hablar de un primo llamado David y de su comunión.

Sin pensarlo dos veces, comencé a patalear, pues era Mayo y en unos días sería ese gran día para él. Le hacía daño a mi mamá, pero era mi obligación, estar presente en esa cosa de la que mi mamá hablaba tanto: su comunión.

Por fin salí y en unos días, le puse cara, ojos, boca, oídos, todo, a ese primo.

Iba de blanco y era su día, su comunión. No me soltaba. Siempre en sus brazos iba.
Yo era, su nueva prima.

Con él me veía protegida. En él no había peligro.

El tiempo pasa, él creció muy rápido, o al menos, así me lo parecía a mí.
Se hizo mayor y yo decía: ‘’Pues mi primo es mayor’’ y me sentía orgullosa de ello.
Al ritmo que el se hacía mayor, yo hacía mi vida y mi primo me miraba con alegría en los ojos y a la vez con temor, porque lo que era su prima pequeña, se hacía mayor y eso lo llevaba de miedo.
La vida da vueltas e incluso marea, pero siempre te lleva a lo mismo, la familia.
Mientras yo crecía, cuando echaba la mirada atrás, veía que lo hacía rodeada de cariño, pues una cola extensa me perseguía, mis primos, mis abuelos, mis padres, mis tíos… era enorme, en ella me apoyaba.

De pequeña, era su juguete, pero un juguete privilegiado, pues me protegía.
Ahora todo es distinto, pues la vida pasa.

Hemos crecido los dos. Él tiene veinticuatro años, es guapo y alto, y yo puedo seguir diciendo: ‘’él es mi primo’’. Yo tengo quince años y me toca agradecer todo lo que me han regalado.
Así que llegó tu hora. David. ¿Le conoces?

Para ser sincera, me parece extraño escribirte, pero aquí estoy.
Necesitaba que sintieras a tu prima de algún modo.
De pequeñita, mi madre dice, que tú jugabas conmigo, que no me soltabas, y sí, era cierto.
Hoy por hoy, sigo siendo una pequeñaja al lado tuya, solo que ahora sé lo que digo y sé todo lo que hacías conmigo, por ello, es mi turno:

El tiempo pasa, la vida pasa, los años pasan, las horas pasan, los minutos pasan, los segundos pasan, pero sólo sé decirte algo:

El amor que te tiene tu prima, nunca tiene un fin impuesto, pues no acaba.


Ana Díaz
Sábado, 25 de Septiembre de 2010.

Un ser muy grande.

Su vida comenzó unos años antes, yo diría que trece años exactamente.
De mi tita salió un ser que en unos años sería mi primo.

Él creció, tenía su vida, ya era mayor, pero de repente aparecí yo.

Mi mamá dio a luz y de ahí salí. Una nueva prima.

Entre mucho cariño me dieron la bienvenida. Fui creciendo. Comencé a andar, sí, di mis primeros pasos, y él me vio aprender.

Mi primo mayor: Antonio Francisco.

Muy pronto, cumplió los dieciocho años y yo empezaba el colegio.
Recuerdo su forma de hacer el payaso para hacerme reír o aparecer disfrazado porque en el colegio tocaban carnavales.

Le admiraba, porque todos los niños corrían tras él, porque él les prestaba atención a todos. Y yo decía: ‘Es mi primo’ orgullosa de ello.

Pasaron los años, mi primo estaba en la universidad, estudiaba educación física.

Y con el paso de esos años, yo fui creciendo y él no dejaba de prestarme atención.

En un abrir y cerrar de ojos, pasé al instituto y lo que era un primo, pasó a ser un profesor, sí, mi entrenador de fútbol, y no solo eso, sino un maestro que me enseñaba muchos valores y que con mirarme conseguía trasmitirme muchas cosas, entre ellas, ternura, cariño…

La primera vez que fue mi entrenador, era una sensación extraña pero a la vez emocionante. Éramos pequeñas aún y él sabía tratarnos, aunque para ser sinceros, y no engañarnos, le costó, porque es difícil de entender a un grupo de chicas, y es muy complicado tener esa paciencia suya.

Fútbol comenzó siendo duro, ya que perdíamos todo, era nuestro primer año y las demás nos sacaban unas cuantas cabezas, pero poco a poco fuimos siendo más y más fuertes, hasta tal punto que la derrota no nos entristecía porque él siempre tenía palabras de ánimo.



Recuerdo un momento con mucha risa, pues en cada partido, se le quedaban mirando, porque los entrenadores solían ser más mayores. Hubo un partido en el que las niñas decían que era muy guapo, y nosotras protectoras saltamos diciendo ‘¿os gusta?, pues es solo nuestro’.

Llegó el segundo año y con él, el tercero. Y lo que era un equipo pasó a ser como una familia.

Llegaba el cumpleaños de cada una de nosotras y siempre había algo preparado. Él sabía siempre cómo sacarnos una sonrisa y sobre todo, cómo picarnos, porque es experto en ello.

Yo como prima, nunca me he sentido superior a las demás. Ha sabido tratarme como una más. Aún no lo sabe todo de mí, porque cuando me enfado o voy con el pie torcido a entrenar, llama a mi mamá preocupado porque no sabe qué me sucede. Pero eso es algo que se solucionará porque me queda una vida por delante a su lado.

Hoy por hoy, ya son casi cuatro años. Y el equipo sigue, solamente, gracias a él, porque nadie tiene su paciencia y nadie es como él.

Y hoy, apunto otro día más a su lado. Pero apunto este día de un modo distinto. Su boda.
Mi primo, se casa. Hoy es él el protagonista y yo como prima tenía que dedicarle unas palabras.
Quiero que nunca olvides que te agradezco cada momento que me has dedicado a mí, porque han sido muchos y serán muchos los que quedan, porque eres muy grande para mí, porque eres mi primo, mi entrenador y sobre todo alguien muy especial al que querré siempre.

Feliz Día. Porque te lo mereces.

Te quiere mucho: Tu prima:

Ana Díaz Martínez.
Sábado, 25 de Septiembre de 2010

ESPÍRITU PILAREÑO

Hay un espíritu que todos llevamos en nuestro interior. Cada uno lo expresa de un modo distinto, pero al final es el mismo.

Hay quien habla de un sentimiento llamado cariño, otros dicen que se trata de la alegría, de la emoción, del amor, de la estación del año, pero todas las opiniones llegan a un mismo lugar: Las fiestas de Pilar de la Horadada.

Es un espíritu que todos poseemos. Las fiestas del Pilar, cierran el verano, para dar comienzo a una nueva etapa.

Los más pequeños de la casa, comienzan su colegio. Los más mayores, continúan con su trabajo.
Pero el espíritu prevalece, es el mismo.

Las fiestas nos guían a un lugar donde todo es posible, todos los sentimientos se unen para dar lugar a un mes lleno de emociones.

Esa muñequita que tenemos en casa, se hace mayor y cumple su sueño: ser la reina.
Los más mayores, disfrutan cada día, viviendo como nunca. Ríen, bailan, hablan, lloran, tras sentir el calor de su pueblo.

La Iglesia coge color, su fachada se queda floreada. La Virgen, es la protagonista. Ella nos mira con sus dulces ojos, diciendo: Viva Pilar de la Horadada.

Se deja atrás la maldad, dando lugar a grupos de amigos: las peñas. Lugares donde no existe el aburrimiento, pues solo tienen un fin: hacer feliz a las personas.

Los caramelos, nos caen de cualquier sitio, pues las carrozas nos brindan una noche saturada de entretenimiento.

Si tienes ganas de correr, no lo pienses, los juegos interpeñas nos esperan para tirar de la cuerda, correr con sacos, o incluso resbalarte en carreras.

Es posible soñar y ser feliz, porque puedes ser de cualquier parte del mundo, puedes vivir cerca o lejos, pero Pilar de la Horadada te enseña ese espíritu que como pueblo lleva:

El espíritu pilareño, el espíritu alegre.

BIENVENIDO A LAS FIESTAS DEL PILAR.






Ana Díaz Martínez.
Domingo, 12 de Septiembre de 2010.

sábado, 2 de octubre de 2010

UN ENIGMA SIN RESOLVER.


Un día alguien me contó que la vida está llena de problemas que se van interponiendo sin que nadie les llame.


Al principio me resultó emocionante. Me sentí fuerte, pues sería como un juego, el cual consistiría pasar obstáculos con un fin: luchar por lo que se quiere.

Fueron pasando los días y lo divertido, se volvió muy complicado y deprimente.

Cada libro de matemáticas contiene la solución de cada problema, todos se resuelven con una fórmula, todos siguen el mismo guión. El libro viene resuelto.

En cambio, en la vida real, no hay libro de instrucciones. No te explican cómo llegar a la solución de ese enigma de la vida: los problemas.

Por tanto, volví a buscar a ese señor, para reclamarle los pasos para pasar ese juego, saturado de obstáculos. Necesitaba resolverlo todo.

El señor, no aparecía, no estaba, era imposible encontrarlo.

¿Quién sería?

Era Dios. Él no siguió unas instrucciones para crearnos. Él nos creó a su manera.
En ese momento entendí todo.

La vida es para llevarla como cada uno quiere, sin que nadie te ordene nada. Por ello, los problemas son totalmente distintos entre ellos, no hay ninguno igual, pues se presentan según el modo de vida de cada ser. No tienen respuesta. Cada quien debe hallar la solución a cada cosa que se interponga. No es fácil, lo sé, pero de ese modo, creceremos como personas. Nos fortalecemos en espíritu, esperanza, valor y fuerza.

Porque esto nos hace llegar a la meta, siendo un ganador, porque se alcanzará siendo invencibles para poder vivir otra vida, esa vida que es, para siempre.





Ana Díaz
Viernes, 2 de Octubre de 2010.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Construcciones.

Caminando por el día, destruyendo obstáculos, recogiendo alegría, apartando mis miedos, reponiendo fuerzas, cargando batería, echando camino, lanzando flechas, ganando batallas, maquinando locuras, investigando sorpresas, contruyendo el recorrido, palpando el trayecto, rozar el final, llegando al principio...

¿Qué?

Mi fuerza, mi alegría, mi batería, mi locura, mi sorpresa, mi camino, mi recorrido, mi trayecto y mi fin:

Eres tú, mi única meta.

Ana Díaz.
Sábado, 11 de Septiembre de 2010.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Búsqueda.


Salgo a la calle. Camino sola. Llevo días andando, ahora, ya son meses. Sé que este camino me lleva allí. Estoy segura que llegaré. Pisaré ese lugar, o mejor dicho, abrazaré ese lugar.Una vez allí, correré a sus brazos. Sé que me envolverá en ellos. Quiero vivir allí, por ello camino día a día. Me canso, pero no me rindo.Hay muchas rocas grandes, ahora hace frío, no llevo abrigo. Tengo sueño, pero le venzo y continuo el camino. Esto es muy extraño, continuamente voy pasando por muchos obstáculos para continuar, para alcanzar lo que quiero.

Ya sé lo que es. Se trata de la carrera de mis sueños. Es un trayecto lleno de barreras, metas y obstáculos, lo cuales tengo que afrontar y pasar. ¿Qué fin tiene? Mi único fin es sentir su calor, sentir su cariño, sentir su alegría, llorar por lo que llore, gritar por lo que grite, reír por lo que ría. Sentirle cerca.Sentirme viva, porque mi vida es ese lugar, y ese lugar es él.Voy pasando cada obstáculo, voy completando el recorrido para alcanzar el final.Porque sé que ese final, será mi eterna felicidad. Y lo conseguiré.

Sé fuerte, porque te necesito cerca, apoyándonos en todo el recorrido, para no caer, para no ser derrumbados por esas trampas que nos ponen.Y abre tus brazos porque un día, serán completados y cerrados con los míos.Completaré la unidad. Tú y yo.
No tardaré. Estaré pronto.
Te quiero mucho.


Ana Díaz.Viernes, 27 de Agosto de 2010.

Palabras.

Quiero hechar el tiempo atrás. Vivir mi vida feliz.
Quiero volver a tener esa sonrisa inborrable.
Quiero levantarme cada día con una ilusión, algo por lo que luchar.
Quiero poder gritar que te quiero, y que tu lo puedas escuchar o sentir.
Quiero, quiero, quiero..
Quiero tantas cosas, que mi vida se vuelve de un color oscuro.
Porque si tú no estás...

Se me nubla la vista y no soy capaz de ver el camino por recorrer.
Voy perdiendo la energía de aguantar el día a día.
Me cuesta respirar, el aire se vuelve malo.
La vida se vuelve negra.
Olvido qué era aquella palabra: Felicidad.
Me vuelvo incapaz de sacar aquella antigua sonrisa, antes, fija en mi cara.
Mi cuerpo se va debilitando lentamente. No consigo sostenerme y caigo.

Porque si tú no estás...

¿Qué es de mí?

Ana Díaz.
9 de Diciembre de 2009

Pensamientos inagotables.

Apunto un día más. Apunto algo más.Sigo en el mismo sitio, sin poder moverme hacia ningún otro lugar.Sigo aquí.Es extraño. Pasan los días, pasan los minutos, pasan los segundos... y yo sigo aquí sentada.¿A dónde me dirijo? No lo sé.Necesito volver al pasado, pero me cuesta avanzar en el presente. Es complicado. Es.. es.. simplemente extraño.¿Qué voy a hacer con mi vida? ¿Qué?, pues sigo sin tener idea.Con un bolígrafo en mi mano, escribo cada cosa que se me pasa por el pensamiento.Con un color, pinto mi mundo perfecto, inundado de alegría.Pero, ¿qué quiero ser?Con un balón, corro hacia el otro lado del campo, para ganar un partido.Con unas zapatillas de baile sobre mis pies, me distraigo de la maldad del mundo y me dejo llevar por la música.Pero, ¿qué quiero ser?
Si bailo, no pinto.Si pinto, no escribo.Si escribo, no juego.

¿Que seré?¿Seré una estrella?, ¿seré alguien importante?, ¿seré escritora?, ¿seré feliz?, ¿seré médico?, ¿seré astronauta?, ¿seré científica?..

Sí, ya lo creo. Seré todo eso.Seré médico, porque encontraré la medicina de los males de las personas. Seré feliz porque sé que soy importante para los que me quieren. Seré astronauta porque escribiré una historia tan alucinante que me llevará a aprender más. Porque, ¿sabeis quien seré? yo misma, completada y creada por cada persona de mi alrededor. Esa misma seré yo.


Ana Díaz
Lunes, 6 de Septiembre de 2010.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Confusiones reales.

Querido diario:

Hoy, sábado, he decidido salir con mis amigas. Mis papás me dado permiso para ir a una discoteca.
En primer lugar, hemos estado en un botellón. Había gran cantidad de alcohol y todos bebían sin parar.
Tras estar allí un largo tiempo, hemos cambiado de lugar y hemos entrado a la discoteca.
Una vez allí, todo estaba lleno de gente, y por las horas que en aquel momento eran, la gente iba con cierta cantidad de alcohol en el cuerpo.
Todos bailaban sin parar, se dejaban llevar por la situación.
Yo, por hoy, voy a ser una de ellos, una más, por lo tanto, bailo.
Llevaba unas horas moviéndome, y mi cuerpo se sentía como nuevo. De pronto, alguien se deja ver desde aquel grupo del fondo.
Él, un chico muy guapo, con una cara alegre, iluminada por una sonrisa, en la cual se dejaba ver una dentadura perfecta y feliz. Sinceramente, el chico de mis sueños.
Noto que me mira. Se acerca a mí, tras apartar a toda esa gente. Me agarra, baila conmigo. Yo le sigo, me dejo llevar por el momento. Su mano se va deslizando lentamente sobre mi cuerpo, yo no hago nada por impedirlo.
Cada vez me toca más, sus dedos van rozándome, por cada rincón de mi cuerpo. De repente, me sujeta más fuerte, yo soy totalmente suya, me gusta. No hay mucha luz, pero su sonrisa la puedo observar. Su mirada es intensa. Sus ojos se quedan clavados. Me miran a mí. Su cara, se va acercando a la mía. Sus labios, buscan los míos. Me besa.
Me roza, me toca. Yo soy suya.
Pasa el tiempo. Mis amigas, atónitas por la situación. Mi situación. Yo una niña decente, que no se deja tocar por nadie. Allí estaba, besándome con un desconocido.
Todo acaba y vuelvo a casa.
Durante el trayecto, voy meditando cada segundo de la noche. Cada milésima a su lado. ¿Qué pasará ahora entre él y yo? Ahora me siento enganchada a ese chico.
Sé que algo sentirá hacia mí.
Él me ha tocado, nunca a nadie le habría dejado hacer semejante cosa.
Es extraño, porque no le conozco, pero le quiero.




Querido diario:

Hoy, como todas las noches de un fin de semana, he salido con todos mis colegas.
En la discoteca, he visto a miles de chicas guapas.
Esta noche algo había que hacer. Así que hoy tocaba: competición entre nosotros. A ver con cuántas éramos capaz de liarnos.
Tras negociar qué sería lo que apostábamos. He visto a mi primera víctima de la noche. Todos mis colegas la miraban, y yo les he dicho que sería capaz de liarme. Ellos tras unas carcajadas me han dicho, ‘’inténtalo’’, con un aire burlón. Con las mismas, he apartado a mis colegas y me he dirigido hacia ella. Una chica linda, el centro de todas las miradas en la discoteca, ella sería mía.
Una vez que la tenía cerca, he usado mi táctica, seducirla. Unas cuantas palabras bonitas, unas caricias y al instante, me ha dejado que le toque todo el cuerpo.
No me ha resultado muy difícil, tras unos minutos, la he besado. Ella me seguía el juego, así que poco esfuerzo ha sido el que he tenido que hacer para liarme.
Cuando me he cansado de ella, he dado por finalizado todo. Ella se tenía que ir a casa y yo necesitaba buscar más chicas con las que estar. No me sé ni su nombre, pero ¿qué más da? Si no la voy a ver más. ¿Cuál será la próxima?
La noche es muy larga y la discoteca está abarrotada de gente.
Voy a disfrutar. Así que me dirijo a por otra.


Ana Díaz.
Sábado, 4 de Septiembre de 2010.

domingo, 15 de agosto de 2010

Partes del hogar.

¿Dónde estoy?, todo está negro, noto que alguien me habla, me canta para que duerma. No le veo. Mi mamá dice que se llama Jorge y que le conoceré muy pronto. Tiene tres años y está impaciente por saber cómo soy.

La hora de salir de allí se aproxima, estoy impaciente. Quiero ver a mi mamá, a mi papá y a todas esas personas que les rodean.

Mi prisa por dejar ese sitio oscuro es demasiado inmensa, por ello, comienzo a dar unas cuantas pataditas. Le estoy haciendo daño a mi mamá, quiero abandonar ese lugar cuanto antes.

Siento que tengo espacio para salir, veo algo de luz y consigo acertar, ese es mi camino para conocer a mi mamá.
Mientras, mi mamá empuja para que yo descienda. Ya me descubren y finalmente salgo de ese espacio, para pasar a otro totalmente distinto: El mundo.

Ya estamos en casa, o eso dicen mamá y papá. Mucha gente me esperaba impaciente en mi nuevo hogar.
Me voy acostumbrando a moverme. Pero, ¿y Jorge?
La respuesta es inmediata, ya que allí estaba, un niño de tres años, con un tacatá, una sonrisa picarona, correteando por casa, tirándole a mamá las cacerolas de los cajones, cayéndose por cada lugar de la casa, es decir, sacando a mamá de sus casillas.
Mi mamá me había hablado mucho de él. Yo había escuchado su voz. Mamá le contaba que yo sería su nueva hermana.

¿Hermano?, ¿qué será eso? Me preguntaba yo a mí misma.

La solución a esa cuestión, no la supe al momento, porque el tiempo te va resolviendo cada una de las dudas.

Jorge y yo, solo sabíamos odiarnos y pelearnos.
Él me pegaba, y yo lloraba. Papá y mamá le reñían siempre a él, ya que mi táctica nunca fallaba: echar un llanto, a la misma vez que decía ‘’Mamá, Jorge me ha pegado’’.
De esa manera, entre los dos iba creciendo el odio. A la mínima, hablábamos con papá o con mamá, comunicando lo que había echo el uno o el otro.
‘’Mamá, Jorge no me deja’’, ‘’Papá, es su culpa’’, ‘’Mamá, ha empezado ella’’…
Cada uno corría con alguna excusa de castigo.

Peleas, peleas y más peleas. Llantos y más llantos. Días y días aguantando a Jorge.

Tras cada una de esas cosas, fui creciendo y comprendiendo lo que significaba esa palabra: Hermano.

Él deja de ser tan pequeño. Va creciendo y su hermana pasa a ser un incordio para él. ‘’Jorge, lleva a tu hermana al colegio contigo’’, ‘’Jorge, no os peleéis’’, ‘’Jorge, coge a tu hermana de la mano’’, a lo que él hacía caso omiso. Jorge me tomaba la mano y cuando mamá entraba a casa, me soltaba y me decía ‘’no le digas a mamá que no te he dado la mano’’, a lo que yo, a veces obedecía.

Jorge y yo, comenzamos a pasar el uno del otro.
Él, pasó al ‘’colegio de mayores’’, mientras que yo aún no había terminado en el ‘’colegio de pequeños’’.

Jorge llegaba a casa más tarde. Comenzó a poner ilusión en los estudios.
Llegaba muy cansado. Ahora, necesitaba a su hermana.
Comenzó a acostumbrarse a que yo le terminara los trabajos de plástica. Le hacía de vez en cuando los deberes, porque no le daba tiempo a todo.
En ese tiempo, Jorge empezó a cambiar. Ya no me necesitaba. Ahora salía mucho más.
Los dos teníamos vidas a partes, aunque unidas.
Jorge comenzó a hacer de las suyas, y yo le ayudaba. Me convertí en su mamá, cuando papá y mamá se iban de viaje.

Teníamos muchas peleas, ya que Jorge es mayor y no me entiende.

Yo voy creciendo. Ahora, me gusta salir. Para él, sigo siendo la pequeña de la casa, su hermanita pequeña a la que nadie puede tocar.

Ahora Jorge, se convierte en un ser protector. Nadie me puede poner una mano encima.

Jorge se hace más mayor también. Pronto irá a la universidad.
Ya no nos peleamos. Me he convertido en su hombro, en ese hombro sobre el que se apoya cuando no puede más, ese hombro al que pide opinión acerca de todo.
Soy su asesora de imagen, no sabe salir de casa, sin preguntar previamente si va bien.
Soy esa persona, que con mirarle a los ojos, conoce lo que está pensando, o lo que le preocupa.
Soy esa persona, que le echa agua fría si tiene un examen a otro día y está durmiendo.
Soy esa persona, que se pone a estudiar con él, para que no se duerma.
Soy esa persona, que sabe todos sus puntos débiles.

Pero, ¿Sabéis quién soy realmente? Su hermana.

Porque a lo largo de mi vida, la solución a aquella pregunta que se formuló en mi cabeza, tras dejar aquel lugar oscuro, el vientre de mi mamá, conseguí comprender todo.

¿Qué es un hermano? ¿Qué significa eso?

Aún no lo sé del todo seguro. Pero cada persona crece y va solucionando cada una de las dudas que tenía.

Al principio, no quería que ese ser llamado Jorge, estuviese en mi casa, quitándome parte del cariño de mis papás, porque su amor es compartido entre nosotros dos.
Me resultaba pesado y odioso.

Nos pegábamos, sí, pero, ¿sabéis?, Jorge me podría hacer daño jugando, pero tenía miedo por cada cosa que le pudiese pasar a su hermana pequeña. Si me hacía daño, él corría a mamá expresándole su preocupación tras saber que me podría pasar algo.

Cuando yo lloraba por algo, él odiaba lo que me hacía sufrir.
Cuando se enfadaba conmigo, le duraba poco, porque sabía que somos un apoyo mutuo, sin el cual no podemos seguir.
Cuando me vio crecer, otra preocupación se cultivó dentro de él: Pensar que su hermana estaba haciéndose mayor.

Él, es mi hermano.

Mi hermano, pelea, discute, ríe, llora, salta, baila, habla, grita, canta, pero todo conmigo.
Mi hermano es único, porque cada pelea con él es única, y siempre acaba con un buen final.
Mi hermano es distinto a todos los demás, porque yo le veo diferente.
Mi hermano es el único que me puede tocar.

¿Sabéis? Como ya os he dicho, a lo largo de mi vida, la palabra ‘hermano’, fue cogiendo significado. La definición de hermano, la fue creando mi cabeza por dentro.
Ahora, ya sé.

¿Qué es un hermano? Un diccionario no puede englobar la definición exacta de esa palabra. La tiene cada uno, nada más al observar a ese ser que tiene a su lado en casa. Ese ser tan odioso y a la vez tan querido, porque nadie es capaz de vivir sin él una vez que lo tiene.

Hermano, ¿Qué será eso? Jorge.












Ana Díaz
Viernes, 13 de agosto de 2010

jueves, 29 de julio de 2010

Querer.

Quiero escribir algo tan sumamente bonito que no sé cómo se hace eso.Quiero expresar tantas cosas al mismo tiempo, que no sé cómo se hace eso.Quiero hacer tan felices a los demás que me olvido de mi propia felicidad y no sé cómo se hace eso.Quiero redactar algo que llegue a los demás, que no sé cómo se hace eso.Quiero vivir al máximo, olvidándome de todo, que no sé cómo se hace eso.Quiero escribir la frase más especial que nunca se haya imaginado, que no sé cómo se hace eso.Quiero ser muda gritando, y no sé cómo se hace eso.Quiero montar en un avión, sin volar, que no sé cómo se hace eso.Quiero ser la niña más lista del mundo, que no sé cómo se hace eso.Quiero ser tan perfecta, pero a la vez tan imperfecta, que no sé cómo se hace eso.Quiero estar con todos los caprichos del mundo, a la vez ser humilde, que no sé cómo se hace eso.Quiero hablar sin parar en silencio y sin pensar, que no sé cómo se hace eso.Quiero escribir sin mirar todo lo que siento, que no sé cómo se hace eso.Quiero observar siendo ciega, para no toparme con nada que no quiera ver, y no sé cómo se hace eso.Quiero gritar sin ser oída, y a la vez ser escuchada, y no sé cómo se hace eso.Quiero hacer cosas imposibles y a la vez posibles, que no sé cómo se hace eso.Quiero inventar un te quiero tan largo y sincero, que no sé cómo se hace eso.Quiero ser tan especial, que no sé cómo se hace eso.
Pero lo único que sé hacer es quererte.

Ana Díaz

MIEDO

Caminar por el bosque puede resultar divertido, puede resultar degradable o quizás puede resultar terrible.Sola por el bosque ella caminaba, felizmente, no sabe dónde está, perdida se encuentra, pero no le preocupa ya que le fascina la aventura.Sigue contemplando los árboles, las plantas, la naturaleza en general, de pronto, oye algo, no le da importancia. Sigue andando.Ahora nota que la persigue, un ruido la sigue. Siente un poquito de miedo, pues sigue calmada y caminando.El ruido se hace más fuerte, corre viento. Esta vez más miedo entra en su cuerpo, pero mantiene la calma, sigue caminando.Algo le toca el pie, no sabe qué ha podido ser, en esta ocasión, se encuentra perdida, sin nada que hacer, ¿por dónde se sale?Tan solo se le ocurre algo, echar a correr. Corre y corre, pero el ruido la persigue a todas partes, vaya donde vaya ese sonido le sigue, sigue sus pasos.Algo, la misma cosa, le vuelve a tocar, tropieza y cae.El miedo cada vez la agobia más y más, su respiración se dispara, respira muy deprisa, le falta el aire.Algo la perseguía, sí, algo la seguía, pidiendo ayuda, se mira los pies, rastro de sangre llevaba.Con más miedo en su cuerpo, corre, pero vuelve a tropezar, ahora un pájaro se situaba en su pie, se sentía triste, ese ruido venía de él. Ella había pisado a una de sus crías, por darle importancia solo a su miedo.La sangre era de esa cría diminuta.El pájaro tan solo emitía un sonido de auxilio, para que le ayudara.Ella pensando en sus miedos, y en su bienestar, no notó que le pedían ayuda.

No mires tus miedos, tan solo siente miedo por cómo quitárselos a los demás.

Ana Díaz

HUIR

Corrió deprisa, algo le perseguía, no sabía que, el miedo le angustiaba.Los pies no le daban más, se giró, no había nadie, pero ella seguía corriendo, ¿dónde iba?.Entra en un lugar, para protegerse de todo. En la entrada, se encontraba un móvil, que comienza a sonar, ella nerviosa, lo deja sonar, huía.Al fondo una flor marchitada, algo tendría que ver con todo aquello, todo cuanto se quiere, se marchita si no se conserva, todo muere si no se cuida.Rompe en un llanto, nadie la escucha.Levanta su cabeza, un espejo, donde está su cara reflejada, su pelo es estropeado, su cara es de espanto, su boca no tiene palabras.Tan solo corre, no quiere verse reflejada en un espejo.Huye de su reflejo, huye de su realidad, no sabe echarle valor, huye de su persona, es hora de cambiar.No huyas de tu realidad, correr no te quita los problemas.Las cosas se marchitan si no son cultivadas bien.Tu sombra te persigue siempre, no huyas de ella, porque tu sombra es un reflejo de ti.

Ana Díaz

Aprendiendo a vivir



Música. Matemáticas. Se trata de dos palabras que no conectan entre sí. Dos palabras totalmente distintas y a la vez muy similares.

Él, un joven de Barcelona, guapo, alto, en definitiva, el chico con el que alguna vez se sueña.
A él, le podemos dividir en infinitos trozos, pero nos basta con solo dos, es decir, en sus dos pasiones.

Música. Matemáticas. Sí, esas son.

Andaba por una cuidad. Iba inquieto, observando a cada lado para no perderse ni un solo escaparate en los que la decoración era guitarras o instrumentos de cualquier tipo. Boquiabierto miraba esa tienda y paraba sus pies para ojearlo todo, y posteriormente entrar a descubrir el mundo de la melodía. Al introducirse en esa tienda, alucinaba con cada cosa que veía, de su boca un comentario salía para cada objeto que se interponía en su visión. Conocía a cada uno de esos cantantes, de los cuales, sus discos vendían.

Prosiguiendo con su parte musical, él continuaba feliz por las calles de aquella ciudad, Cork. Caminaba alegre, porque en cada momento iba cantando, por cada palabra que escuchaba, una canción le salía. Tras recorrer cada rincón musical de aquel lugar, se limitó a coger su guitarra y cantar con su voz. Sonaba distinta, diferente, única, en definitiva, era irresistiblemente alucinante. En el momento en el que rozaba las cuerdas de ese instrumento, se trasladaba a otro mundo, era su mundo, lo vivía, se metía en esa melodía, y me contagiaba esa vida que su cara tenía. Se le pasaba el tiempo cantando. Si le mirabas, caías perdidamente y te enganchabas a su forma de vivir las cosas. Él salía de casa y cantaba. Tenía sueño y seguía cantando. Eso le llevaba en cada momento a hacer lo que siente. Es feliz cantándole a la vida, si no, ¿qué sentido tendría vivir, si no realizas lo que te gusta?


Sin desviarnos, continuo saltando a aquella otra palabra que antes nombrábamos. Matemáticas. Un músico matemático, ¿alguien ha visto eso alguna vez? Puede ser cierto. Si le analizas, para cada situación, saca los números. Se volverá loco, pero estudiará lo que realmente le de la felicidad. En su caso, será una locura totalmente normal, porque se habrá convertido en un loco a causa de perseguir su sueño, con lo cual, será autentico y feliz.



Los músicos no están locos, simplemente piensan diferente a los demás.
Los matemáticos no están locos, solo están enamorados de los números.



Y él, no será un loco, será un ser distinto, peculiar y feliz porque habrá conseguido todo cuanto quiere en la vida con esa armonía.




















Si la locura te lleva a la felicidad: Sé un loco feliz.


Ana Díaz Domingo, 11 de Julio de 2010.

domingo, 30 de mayo de 2010

Suposiciones

Capitulo 1
Llegó el día, me levanté, me puse el uniforme del instituto, y me dispuse a salir por la puerta.Se acabó el verano, que horror. Pensé que el mundo se me caía encima, no sé de qué manera, cogí mi mochila, me subí al coche y cogí el autobús una vez que llegué a la parada.Fue patético pensar que ahora tocaba un nuevo curso, un curso estudiando. Lo único que me animaba era el saber que volvía a estar con mis compañeras de clase.Fue una sensación extraña pero detrás de todo lo malo, notaba que algo nuevo vendría, algo que no sé de qué manera, pero que me haría ser mejor y poder soportar el día a día.Seguí con mi mochila, mis libros y mis pocas ganas, unos cuantos días, pero poco a poco me fui fijando que el autobús era distinto este año, ahora había más gente, gente distinta, aunque también estaban los de siempre.Hablando y hablando, todo fue cogiendo un poco de alegría, sí.Un día, llego él, cogió mi carpeta que estaba sobre el asiento y se sentó a mi lado.Fue extraño pero en esa tarde hablamos de todo. Y de todo llegó un punto en el que con palabras ''quemamos el colegio'' o inventamos lo que en naturales se llama ''mutualismo'' (para nosotros es más conocido el, yo te fastidio, tú me fastidias).Con esto fuimos pasando cada día, raro, pero cierto, porque la palabra ''odiar'' es muy fácil decirla, pero a decir verdad, a partir de aquel día, lo que comenzó por ser una hora sentado a mi lado, pasó a ser infinitas horas junto a mí, soportadome día a día, discutiendo día a día, escuchando cada una de mis tonterías con la misma cara, a veces con cara de interesarle (aunque finjía) y otras con cara de que no soy normal, pero siempre escuchándome y dando su opinión acerca de todo.Como digo fue raro pero el curso cogió algo de sentido y alegría.El autobús era un sitio para relajarse, hablar, reír y sin duda soñar.Él, Álvaro, así se llama, se convirtió en el ser más odiado, tonto, feo, antipático, estúpido, creído, y muchos adjetivos más, pero sin duda, un ser muy grande, que aunque no lo crea vale mucho más de lo que se imagina, aunque tenga que discutir muchas veces para que coja un libro y lo saque todo, aunque me cueste, sé que aprobará todo.Porque cuando he necesitado una mano la he tenido.Cuando llegaba ''sin reir'', según él, sabía que algo me pasaba.No sé como seré yo con él, sé que me odia al igual que yo a él, pero qué se le va a hacer, son cosas inevitables.A veces aunque no lo crea, me siento inferior a él, porque cuando se le va conociendo, voy viendo que su corazón es muy grande y aunque sea poco listo, sabe decirme las palabras adecuadas en cada momento y sabe sacar una sonrisa cuando creo que no puedo reír.Si miras, verás que poco a poco te estabas, sembrando tu camino, sí, ese curso fue pasando, él fue sacando su carrera, aunque sin dejar su música atrás, que siempre ha sido su mayor pasión.Fue increíble pero saltó a la fama.Y yo me volví una fan suya, aunque siempre lo fui. En cada concierto allí estaba yo con mi cámara, y si miraba hacia el frente ahí estabas él, con su camiseta, esa que un día me pidió que le hiciera, y que no paró de venderse nunca.Cada uno tenía caminos distintos.Yo, conseguí ser periodista, aprendí francés, inglés e italiano, formé mi propia marca de ropa y el mundo de la pintura pasó a ser mi hobbie. El deporte, nunca dejé de hacerlo.
Tú, en cambio te volviste irreconocible, cada uno tomó su camino en la vida. A ti te tocó ser el niño rico, que por cada concierto que hacía, ganaba mucho dinero, tenías millones de fans detrás de ti, yo siempre fui una, aunque me retiré, porque me di cuenta de que ya no eras tú. Te convertiste en otro ser con tu misma apariencia.
Álvaro, sí, dejó de ser el se siempre, ya no era el niño que se sentaba conmigo en el autobús, ahora era un niño totalmente diferente. Cogió su propio camino y perdimos el contacto.Ahora lo más cerca que podía estar de él, era viéndolo por la tele. Su mundo giraba en torno a la fama, y a sus nuevos amigos, todos ellos, hijos de famosos y chicos de una clase alta y por supuesto, una clase superior a mí.
Y yo dejé de tener tanta fama, ahora me sumergí en un mundo al que añoraba mucho: el mundo normal, el de mi familia y mis amigos.Cada día que pasaba me acordaba de Álvaro, echaba de menos sus tonterías, echaba de menos a ese amigo que me daba el empujón en los momentos tristes y amargos.Ahora vi que el dinero, sólo me sirvió para tener cosas materiales, pero Álvaro no se dio cuenta.
Cuando perdí el contacto con él, me creía que lo tenía todo, sin duda, unos amigos que me querían, que me escuchaban, pero todo comenzó aquel día, en el que se corrió aquel rumor tan malo, todo me llevó a caer. Intenté sujetarme en alguien, pero cuando fui a apoyar la mano, me la quitaron y caí al suelo.Me di cuenta de que no tenía ningún tipo de apoyo, todos los que consideré mis amigos ya no querían saber de mí, y todo por sumergirme en el mundo real, es decir, volver a ser una chica normal, que ya no es rica.
Capítulo 2
Yo, Álvaro, me acuerdo de Anna en cada momento.Ya no sé de ella.Creí que lo tenía todo, que mi mundo era perfecto, que ser cantante y llevar una vida llena de caprichos me daría toda la felicidad.¡Qué ingenuo se puede llegar a ser!Ahora me siento atontado, solo y sin nadie al que acudir.¿A quién recurro ahora?Quiero volver a empezar y sentirme como antes.
Comienzo a pensar, y al final, encuentro la solución, o eso pensaba yo.
Tome mi guitarra y mi bolígrafo, y recordé aquellas palabras que una vez me escribió ella, sí, esas palabras con las que quería escribir algo.Ahora llegó el momento.Comencé a cantar y finalmente, tomó la forma de una canción.No todo fueron sus palabras, añadí otras, fue una canción llena de emocines, y con una historia, mi propia historia.Y así se llamó: Suposicines.Quise demostrar que todo mi mundo estuvo lleno de cosas supuestas, que dan una felicidad material o irreal.
Observo mi habitación, que hacia años que no pisaba.Al fondo, vi unos folios, llenos de letras y con fotos mías.Al principio no me acordaba, pero decía algo así:
¡Situémosnos! 2009, todo un año impresionante. Y hay una parte, ¡autobús junto al ser que más rabia y más odio le tengo! Vale, rectifico, tampoco lo odio tanto, pero sí, lo odio igualmente.Todo comenzó un día en que viniste a preguntarme algo, te sentaste conmigo y ya no te levantaste.El primer día fue muy peculiar, porque con palabras ''quemamos el colegio'' o se inició lo que nosotros conocemos como ''mutualismo'' (yo te jodo, tú me jodes).Así fue pasando el tiempo, y ya se está pasando todo un curso, un curso aguantándote hora y media todos los días, cuando no son tres horas al día, pero creo que no resulta tan malo tener a alguien como tú al lado, bueno me callo, porque al final te saco virtudes y todo, y no estoy por la labor.En fin, pasó el tiempo, como ya he dicho antes, y con el tiempo han pasado muchas cosas, hasta un punto en el que con sólo mirarme sabes cómo me ha ido el día, si estoy de mala leche o feliz, hasta el punto en el que piensas que se me ha ido la pinza, pero no estoy loca.Con esto, comienzo la historia:
Él, Álvaro, un niño no muy alto, es horrible, antipático, odioso, tonto y no lo soporto (lo reconozco, si buscas las palabras contrarias a las dichas, quizás diga la verdad) pero da igual.Como digo, él, quiere ser cantante, buen chiste ese, aunque lo reconozco, soy su fan número uno.Bueno, Álvaro, aquí comienza tu carrera.
Álvaro será famoso, tendrá muchas fans, las cuales me tendrán envidia porque yo seré su asesora de imagen y su fotógrafa, por supuesto.Las fotos se venderán en cada concierto y luego él las firmará. Yo haré las fotos y las camisetas que él utilice, todo lo él lleve, se venderá, pero da igual, yo estaré siempre jodiéndolo.
Ahora hablemos de ella, Anna, ella pasará a ser la mejor fotógrafa-perdiodista de toda la historia, y claro, como es normal y evidente, ella es guapa, amable, simpática y una de las personas a las que más quiere Álvaro, (¿verdad Álvaro?), está bien, no hace falta que respondas, mejor sin comentarios.
Y ya, como en todas las historias, hay un problema, y el nuestro es que a Álvaro le falta una ''cantanta'' que lo quiera, aunque eso debe de ser difícil tarea, pero no hay nada imposible. El fin, ya te encontrará Anna, una ''cantanta'', porque ella tiene que dar el visto bueno, porque no se puede acercar cualquiera a ti.
Álvaro, cantarás y cantarás, y con suerte, algún día te quedarás sin voz, te irás a la ruina, yo seguiré siendo rica, porque mis camisetas se seguirán vendiendo.A mí, me contratará otro grupo.Tú caerás en una fuerte depresión, de la cual yo te sacaré, porque te darás cuenta de que no hace falta que seas millonario para que te valore por lo que eres y por cómo eres.
¿A que ha quedado preciosa la historia?
En resumen: Serás cantante, cantarás, serás millonario, te arruinarás y yo estaré presente para reírme de ti toda tu vida. Bonito, ¿a que sí?
¿Aún sigues pensando en ser cantante?
Te quiero. Anna Y al final, ahí estaba, su nombre escrito.Esta fue aquella historia de la que ella hablaba.Todo un mundo lleno de cosas, que solo te llevan a un mundo que nadie quiere, la soledad.
Capítulo 3
Abro una página nueva.Comienzo a tener ilusión, tengo todo cuanto necesito, unos padres, una familia y por supuesto todos mis amigos a los que jamás deje.
Inicio una nueva historia, y sin querer abro aquella que tenía un nombre ''suposiciones''.Jamás pensé que pudiese tener sentido aquella historia, una historia que en un futuro pasó a ser leída.Ahora para mí, se ha convertido en un recuerdo, porque Álvaro ya no está.
Capítulo 4
Mi vida como famoso.Pues comenzando por alguna parte, Anna y yo, alcanzamos la cima juntos.Desde hacía años yo le decía que quería ser cantante, ella reía cada vez.Pero todo pasó aquel día en el que yo me puse a tocar la canción, mientras ella diseñaba aquellas camisetas.Un señor que iba caminando, se paró, atónito de lo que veía y escuchaba, permaneció un rato contemplándonos.Día tras días, era el mismo señor el que paraba y nos observaba.
Capítulo 5
No fue muy normal. El teléfono sonó al poco tiempo, la voz era de un hombre y por su tono sonó que tenía un puesto importante.Fue poco tiempo, pero en ese tiempo dijo que estábamos los dos invistados a asistir a un local, allí presentaríamos, él sus canciones y yo le haría el vetuario.Nos daban una semana para llevarlo todo a cabo y prepararlo.
Capítulo 6
Por un momento no me lo creia, corrí hacia el móvil y marqué el número de Anna, seguro que cuando se entere, empezará a prepararlo todo.El teléfono comunicaba. Estaría hablando, pero no, porque enseguida me llamó, coincidimos los dos en intentar darnos la noticia.
Capítulo 7
Comienza todo. Tenemos seis días para comenzar a preparar.Esta vez nos tocaba a los dos estar juntos en esto, porque si falla uno, falla el otro.Gabriel, cogió su guitarra y comenzó a tocar.Juntos pudimos sacarlo todo y salir adelante, tengo que decir que no es tan malo soportarle, porque pasaban los días y los ensayos, que no eran ensayos, eran un sitio para olvidarse de los problemas.
Capítulo 8
El tiempo pasa rápido y estamos a un día del momento esperado.Las mañanas con Anna y las tardes con ella pasan rápido, la veo, y sabe perfectamente lo que necesitamos y cómo hacerlo todo, ya nos queda poco.
Ya no está, ya ha vuelto a casa.Levanté la cabeza y vi una camista que colgaba de la puerta, no sabía por qué ni para qué estaba ahí, esa no era la camiseta que yo necesitaba para actuar. Después de pensar y darle vueltas a todo para buscarle la respuesta al qué hacía ahí colgada, la cojí y enseguida pude ver que no era mi camiseta, era totalmente distinta, por delante llevaba algo escrito que de decía:
Mañana es el gran día, los nervios nos comen, sorprendido por esto? Mañana vas a ser el rey por primera vez.Si luchas por lo que quieres, podrás conseguirlo, es tu momento.A por todas.
Anna.
Por detrás me fije que había más cosas escritas.Leí y leí, y me sonaba esa letra, sí, esa letra era la letraDe la canción de mañana.Y finalmente al terminar la canción ponía:
Puedes hacerlo.
Capítulo 9
Sólo nos quedan horas, mañana será otro día.Apagué el teléfono, la luz y me dormí, me desperté al poco tiempo, los nervios me mataban.
Capítulo 10
Sonó el despertador.Me levanté, con muchísimo sueño, pero con unos nervios mas fuertes que todo.Dessayuné, me puse el vestuario previsto y me eché la camiseta que Anna me dejó colgada, a partir de ahora pasaría a ser mi amuleto de la suerte, siempre la llevaría conmigo.Me dispuse a salir por la puerta...
Capítulo 11
Sonó el teléfono, era él, ya era la hora de irnos.Cogimos el autobús, al llegar, estaba cerrado todo. Y nos sentamos en la puerta, él con su guitarra colgada.De repente, la gente pasaba y nos echaba monedas, creían que estábamos pidiendo en la calle.Nada podía ir peor, me explico, nos dejaron entrar después de una hora en la calle.Había unas escaleras sin fin, y tras el gran esfuerzo de subirlas, nos encontramos con una puerta enorme y cerrada, se oían voces, alguien estaba ensayando.La puerta se abrió, y pudimos ver a un chico bajo, moreno, y por su aspecto tenía pinta de ser agradable.En frente de él había diez personas organizando cosas para la actuación.Un señor se nos acercó y nos comentó que podíamos ensayar, y eso hizo Álvaro. Cogió una silla, sacó su guitarra y comenzó a cantar. No se sabe cómo pero de pronto el chico que había cantando se resbaló y cayó encima de la guitarra de Álvaro, llevaba un vaso lleno de zumo, y todo calló sobre la ropa de él, sí y en ese momento fue cuando me vinieron los nervios porque ¿qué ropa se pondría ahora Álvaro? Así no podía actuar.Por un momento me quedé alucinando, porque la solución al problema fue rápida, ya que me fijé en que Álvaro mantuvo la calma mientras yo estaba istérica. Se miró la ropa y al segundo, desvió su mirada hacia la funda de la guitarra, la abrió y sacó una camiseta, la cual dejé yo el día anterior colgando de la puerta de su habitación. Se quitó la que llevaba y se colocó la otra.
El chico que le había tirado la camiseta se dirijió a él y le pidió disculpas:- Ay, lo siento, lo siento, no era mi intención mancharte, disculpame.- No te preocupes, siempre llevo otra de recambio- Le contesto, desviando su mirada hacia mi y sonriendo.- Disculpame, aunque no es momento de presentaciones, pero me llamo Higinio, te he estado escuchando tocar antes mientras ensayabas y eres muy bueno. Yo toco el bajo, no soy un experto pero me encanta. ¿tú también vienes a la prueba para entrar en la academia esta?
Capítulo 12
Dijo academia, yo no tenía ni idea de qué hacíamos allí los dos.No me lo podía creer, yo en una academia de música, era un sueño imposible.Ahora tendría que centrarme en la actuación.
Todo estaba preparado para empezar.Tocaron unos cuantos grupos y solistas, todos ellos eran muy buenos y con un nivel superior al mío, me sentía por debajo de ellos, pero lo intenté.Llegó mi hora, lo único que tenía que hacer en aquel momento era centrarme en mi canción, coger mi guitarra y pensar que no había nadie evaluándome y eso sería tarea fácil.Coloqué la guitarra en mis manos, suspiré y levanté la mirada, al fondo estaba, como siempre Anna y su cámara, me miró y me sonrió, haciendome un gesto para darme ánimos.Eso me tranquilizó para poder comenzar, ya que me di cuenta de que no estaba sólo en esto, ella estaba conmigo.
Capítulo 13
Comenzó a cantar, mi cámara se paró, le había caído zumo.Como siempre, nada puede ir bien.No me quedaba otra que mirarle a él, ahora si que podía es escucharle y prestas atención.Fue una sensación, que nunca me había pasado, pero al verlo cantar, era como olvidarse de todo, era como si estuviese yo sola y su voz.Nunca me había parado a escucharle realmente, siempre estaba concentrada en las camisetas y se me olvidaba su voz.Ahora me fijo y realmente es bueno.Me quedé embobada, y se me olvidó que tenía que probar la cámara.La cogí, y ya funcionaba. Me precipité a fotografiarle a él, no sé de que modo, quizás porque estaba metida en la canción, pero las fotos eran espectaculares.Una vez que acabó, dijeron los ganadores.Él no estaba entre ellos, pero a decir verdad no me afectó. Me di cuenta de que para poder llegar lejos, él no necesitaba una academia, si no salir y que la gente lo viera, su música atraía a mucha gente.Yo como era normal, me dediqué a editar las fotos, y las coloqué en la página de Álvaro, al igual que las camisetas, seguí completando el catalogo.Yo creía que en esa página no se metía nadie, ya que no la conocía mucha gente, parecía ser que yo estaba muy equivocada, y así nos llegó la sorpresa.
Capítulo 14
Sorpresas, sí, el mundo está lleno de todas ellas.La actuación dio mucho de qué hablar, y aunque no nos dimos cuenta, nos hizo dar un paso más, avanzamos un poco, ya estábamos un paso más cerca de alcanzar nuestro sueño.
Pasaron unos días, y se me pasó por la cabeza la idea de ser como los grupos que tocaron en la actuación, quizás algún día pueda llegar a ser como ellos, y notaba que no estaba tan lejos de conseguirlo.
Capítulo 15
Días después, alguien buscaba a Álvaro, según me comentaban, era un señor de grandes estudios. Buscaba a Álvaro, según decía lo vio actuar y desde entonces quiso encontrarlo, porque encontró algo en él que nadie tenía, quizás fueron sus ganas o su energía, quién sabe qué, pero sonaba bastante bien.Nada más enterarme, fui yo la que contactó con él, de manera que todo fuese una sorpresa para Álvaro.Conseguí su teléfono y su e-mail, le dije que yo conocía a Álvaro y podía llevarle a él, también le pregunté sobre sus propósitos con él, a lo que me dijo que estaba buscando gente buena, para poder lanzarla, y que Álvaro tenía el perfil que buscaba.Mi alegría fue muy grande ya que en el fondo algo de cariño si que le tenía.Una vez que hablé con él señor, me propuso el llevarle hasta Álvaro, a lo que le dije que yo podía.
Capítulo 15
Anna, era ella, la que me llamaba. Yo no estaba para hablar, después de la actuación, el haber visto a tanta gente buena, me dejó con pocos ánimos, pero sin embargo, le cogí el teléfono.-Álvaro, deja lo que estés haciendo, tengo algo para ti, se que te alegrarás, vente en cuanto puedas, vamos a tomar algo y te cuento todo.-¿Qué? Pero Anna, ¿qué pasa?, ahora mismo no puedo.-Álvaro, anda vente, que alguien quiere hablar contigo, te prometo que te va a gustar.-Anna, no sé cómo lo haces siempre, pero me convences, venga iré, te veo en veinte minutos.-¡Bien!Y con esto colgó, a sabe qué querría ahora esta niña.
Llegué, y ahí estaba Anna. Prometo que no sabía cómo se las apañaba pero siempre tenía algo bueno para decirme cuando sabía que no estaba feliz.Me contó que un señor me estubo viendo en la actución y que me estaba buscando desde entonces, eso tenía buena pinta, sonaba bien, pero aún me daba miedo todo.En ese momento no sabía cómo podría continuar esta historia,pero acepté en ir a hablar con ese señor. Y hablé, me propuso lo de hacer conciertos y grabar un disco, me dijo que parte de mis ganancias se las quedaría la discográfica, y que yo alcanzaría la fama, eso estaba asegurado.A mi las ganancias me daban igual en aquel momento, así que acepté.Continundo todo, llegó el primer día para ver el sitio que en unos días, sería mi estudio.En pocas palabras, era una pasada. Había una puerta enorme, era como los de la tele, y allí estaba, el micrófono con el que yo grabaría mi disco en un futuro, porque primero tenía que tener todas las canciones.En el momento en el que entré, un chico estaba cantando, no sabía quién era, pero su cara me resultaba muy familiar, y sí, porque era Higinio, el chico que me tiró el zumo y por eso fue por lo que me tube que cambiar de camiseta para poder actuar. Pero aunque me había tirado el zumo, me daba la impresión de que seríamos grandes amigos y compañeros, porque según me dijeron, a él también lo habían contratado.Al poco tiempo paró de cantar y finalizó su grabación o ensayo, porque no sabía exactamente lo que estaba haciendo, y me saludó, muy amable y simpático como aquel día y me volvió a pedir disculpar por lo del zumo, aunque para mí ya estaba todo olvidado.Pasaban los días y a mí me gustaba aquello, llevaba mis estudios y la música, todo a la vez, todo me iba bien.Higinio y yo nos hicimos grandes amigos, hasta ensayábamos juntos en muchas ocasiones, íbamos al estudio juntos.Dejé por un tiempo a Anna, me encerré en Higinio totalmente, ella no cantaba ni tocaba ningún instrumento, por lo tanto no me podía aportar nada, sabía que la iba a tener cuando yo quisiera a mi disposición y con conocer eso me bastó.Pasaban los días y con esos días no todo iba bien, las cosas empeoraron y a Anna no la tenía, necesitaba que me contagiase su sonrisa y su alegría, necesitaba que me hiciera reír, pero ya no estaba.Un día, llegamos al estudio y estaba cerrado, con una cinta de la guardia civil, al parecer, nos estaban estafando a todos, se quedaban con todas las ganancias, y una vez que te lanzaban, te soltaban y te estrellabas al poco tiempo.Eso no lo conocía yo hasta ese momento en que vi la cinta y todo cerrado.Me sentí muy frustado, ya que en aquel momento me vi solo, me sentí sucio y me di cuenta de lo egoísta que había sido, con respecto a Anna, preferí aquel estudio antes que a ella, me avergonzaba de mí mismo.Tenía que arreglarlo todo con ella y eso es lo que hice, ella en ningún momento me echó nada en cara, tan sólo tuvo unas palabras muy breves para dirijirse a mí, sus palabras fueron estas: ''sabía que volverías a mí, creíste que ese estudio lo tenía todo, ¿no?, y lo peor es que yo sigo aquí y no te puedo dejar, ¿qué necesitas?, que aquí estoy para ayudarte y apoyarte''. Con esto, vi que su lágrima caía.Di gracias a Dios por no dejar que Anna me abandonase ahora, le di gracias por habermela dejado conmigo siempre.Al ver una lágrima suya que caía lo único que supe hacer fue, abrazarla.
Capítulo 16
Desde aquel día en que Álvaro fue contratado, cada vez lo veía menos, dejé de sabe cosas de él. Yo me enteré de que algo pasaba en ese estudio, algo de corrupción, pero no podía decirle nada a él, ya que cambió su teléfono y nunca estaba en casa, pasaba los días con Higinio, yo pasé a ser una desconocida, que según él, no te podía aportar nada, algo me decía, en mi interior, que se arrepentiría de sus palabras y que vendría otra vez.Pasaron unos meses, dos meses para ser exactos.Un día, mientras terminaba de pintar aquella camiseta, un diseño para Álvaro, ya que aunque no sabía de él, yo seguía diseñando lo que hacía unos meses teníamos entre manos de hacer, alguien llamó a la puerta. Álvaro, era él, su cara no era muy buena, yo lo noté, no sabía lo que le pasaba y me asusté.Me contó lo que había pasado en el estudio, y continuó diciendo esto: ''creía que con ese estudio lo tenía todo y quise sustituirte por Higinio, pero puse ver que aunque él es muy bueno, me di cuenta de que no sabía darme consejos, me sentía incompleto, necesitaba ese mutualismo nuestro de odiarnos, reír, soñar y llorar de risa, trabajar los diseños de camisetas, ensayar y todo cuanto hacíamos antes.