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lunes, 18 de noviembre de 2013

Realidades crudas.


  Hipocresía. Exacto, aquello con lo que todos convivimos día a día y algunos, sin ni tan siquiera conocer el valor y significado de la palabra, por ello: hipócritas.

  Reírte de los males de aquel más cercano sin ser capaces de ver los de uno mismo. Millones de refranes tratan de explicar esa palabra pero la realidad y el día a día es el gran maestro por excelencia para reflejarla.

  La hipocresía es aquella que hace caer torres gigantes que nunca pensabas que caerían, es la causante de millones de dolores existentes en el mundo. El ser hipócrita es igual al ser cotilla y chismoso que 'anda con el cuento' a todos, gritando a los cuatro vientos noticias de las que se entera sin haberlas verificado antes. Es aquel capaz de cambiar tu imagen por otra totalmente ignorada. Te hace pasar a ser uno de los seres más repudiados del mundo sin tener culpa de nada, solo por sus chismes.

  Sí, el mundo está lleno de seres sin escrúpulos, ciegos, ingénuos que no ven su realidad, o que en el caso de verla, sienten envidia de aquel que va bien, para destruir su vida con tan solo una noticia falsa. Sintiéndose así el rey del mundo. Disfrutando del mal del otro.

  Puede parecer cruel quizá, palabras duras y fuertes. Pero es cierto, puede que un día levantes y la sociedad empiece a verte de otro modo, te ignore o te critique por algo que quizá no hiciste, pero así es, un simple 'bombazo' hace que tu vida pegue un giro inesperado. Puede que incluso la persona que siempre estuvo a tu lado, sea aquella que lanza disparates. Personas a quienes en su día defendiste, ahora sean las que hablen de ti.

  Puede parecer raro, pero así es. No se trata de un 'ríe de los males del mundo porque el tuyo ya es suficiente, no hay nada que perder', sino que puede que sea algo mejor:

  'Sonríe como si fuera tu último día, vive y deja vivir, pero nunca olvides: sé tú mismo y sonríe, sonríe mucho, porque puede que haya personas que mueran de envidia al verte'.

  Digan lo que digan, hablen lo que hablen, la hipocresía andará suelta.

  Porque yo soy feliz, ¿y tú?
                                         
 


                Ana Díaz.
Lunes, 18 de Noviembre de 2013.

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