Seguidores

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Llámame antigua

¿Cómo puede ser posible? Me pregunté a mí misma mientras veía a dos ancianos agarrándose fuerte de la mano el uno al otro para poder salir del metro. Él con su bastón y ella tan mayor caminando lentamente sin soltarse de la mano bajo el frío de la Gran Vía de Madrid. 

Hoy, sin embargo, miras a un lado y a otro y tan solo ves parejas que seguramente en poco tiempo, dejen de ser lo que son para convertirse en auténticos desconocidos. ¿La razón? Puede que 'lo siento, me he cansado de estar contigo' o quizá un, 'me he agobiado', aunque te pueden sorprender, 'creo que no eres tú, soy yo el problema'. Pero al fin y al cabo excusas, puede que sea una infidelidad escondida o simplemente que el amor acabó sin más, porque sí, hoy día el amor se gasta como una vela cuando quieres apagarla porque no tienes ganas de continuar teniéndola encendida.

Hoy no hay paciencia, no queda fuerza ni ganas para continuar con algo que es costoso, que no es fácil y que necesita de tu tiempo. La rutina entra y todo finaliza porque somos pájaros con alas que nos hacen volar de un nido a otro, dejando corazones al aire, rotos, heridos. 

Hoy el amor duele pero...¡espera! ¡qué cosas tengo! ¿hay amor? Porque si lo hay, puede que  no se le de la importancia que tiene. Somos capaces de tener varias personas en el corazón y una relación abierta. Hoy el hecho de dar un beso o llevarte a la cama no significa que te una o te ate algo, porque 'no somos nada serio'. Hoy nada te retiene a alguien y no hay tiempo de calentamientos de cabeza porque ser novios es una palabra demasiado fuerte y grande. El compromiso nos aleja y preferimos tener cariño esporádico, que es lo que hoy 'mola'.

Así que sigamos la nueva tendencia, ¿no?, que los novios están pasados de moda.

Aunque bueno, a mi mejor: ¡Llámame antigua!




Ana Díaz.
Miércoles, 2 de Diciembre de 2015.

No hay comentarios :

Publicar un comentario